Desde sus mocedades, Luis Buñuel acusó una notable fascinación por las armas de fuego. De hecho, constituyen oscuros objetos de su deseo y una extraña pasión (subtítulo de su filme Él) que le instarían a ser un ávido coleccionista de armas. Sin duda, el cine y las armas de fuego son dos fenómenos (...)