Sangre que hace crecer la hierba. Dos años de combate contra el califato del Isis
Ante la pasividad mostrada por el gobierno de su país de adopción respecto a las atrocidades cometidas por el ISIS en Irak, Mike Peshmerganor, seudónimo de un soldado noruego de origen kurdo, decide regresar por su cuenta a su región natal para combatir contra el autoproclamado califato yihadista. Equipado con material adquirido en una tienda de efectos militares, y con el número de teléfono de un contacto como único apoyo, Peshmerganor se sumerge en un mundo completamente inédito para cualquier militar occidental, en el que los soldados apenas reciben sueldo, viven en condiciones muy precarias y reverencian a un enérgico jefe que antes de la guerra trabajaba como sicario. Frente a estas carencias, el autor recurre con éxito a las redes sociales para conseguir financiación, en lo que seguramente se convierte en el primer micromezenazgo online dirigido a hacer la guerra.
Estas páginas fueron escritas tras su regreso definitivo a Noruega, después de haberse enfrentado en combate armado a la organización terrorista más temida del mundo, pero también de haber vivido los interminables periodos de espera entre batalla y batalla y las consecuencias que sus decisiones tienen sobre sus seres más queridos. Las palabras y fotografías de Peshmerganor ofrecen una mirada sobre la mentalidad guerrera que pocas memorias escritas en la actualidad por combatientes tienen la valentía de mostrar de una forma tan franca y abierta, en un relato que huye de toda autocensura y de la socorrida exageración dramática.