Peligro de derrumbe
Una gran novela. Una de las más importantes del año, o de la década o, tirando de largo, de la crisis
Una oferta de trabajo infame, una sala de espera desquiciante, un director de Recursos Humanos entregado al sadismo y a la entomología y nueve personas que buscan desesperadamente un empleo con la obstinación de un insecto.
Ese es el punto de partida de Peligro de derrumbe, una novela poliédrica en la que el autor traza un aguafuerte descarnado de la crisis, la épica (si es que cabe) de unas vidas enmarañadas y rotas, como las ramas de un árbol podrido por la carcoma y que conviene talar.
La madre que vende su reloj y también su tiempo más íntimo.
La universitaria que no encuentra empleo ni motivos para seguir buscando.
El insomne que cometió una traición.
La trabajadora de la limpieza que siente vergüenza de su olor.
El empresario que antes daba miedo y ahora da grima.
El encofrador que esconde sus manos...
En esta sala de espera, todos viajan en el mismo barco. Todos lo hacen sin brújula. Y todos se dirigen hacia el mismo despeñadero.