Entre octubre de 1849, cuando apenas contaba veintiocho años, Gustave Flaubert (1821-1880), para quien Oriente era ya un mito, la fuente de todos los sueños, plagado de pirámides, camellos, odaliscas y ruinas, inició el viaje de sus sueños: durante dos años, y acompañado de su amigo el escritor, (...)