Mussolini y Franco, Franco y Mussolini. Unas relaciones difíciles
Desde que Mussolini accedió al poder en 1922, entre sus grandes objetivos estaba hacerse dueño y señor del Mediterráneo y para lograrlo, España era una pieza clave. Comenzó a fomentar sus relaciones y a poner el ojo en España durante el gobierno de la Dictadura de Primo de Rivera, pero la llegada de la República le supuso un gran contratiempo e hizo todo lo posible por acabar con ella. Ayudó, siempre que se lo pidieron, a los conspiradores, y les prometió ayuda llegado el momento de acabar con ella, tal y como sucedió en julio de 1936.
Franco fue el hombre que buscaba Mussolini para sus proyectos y éste, la persona que el general rebelde español necesitaba para ganar la guerra, un complemento perfecto, pero formaron una sociedad que atravesó por frecuentes discrepancias entre los socios. Tenían objetivos comunes y ambos se necesitaban e iniciaron una estrecha colaboración, pero esta amistad no les resultó nunca fácil. Sus relaciones nunca estuvieron exentas de conflictos, de conspiraciones, de sospechas, de dudas y temores del uno respecto al otro, desde los inicios de la guerra civil española hasta la caída del gobierno fascista italiano. Nunca supieron coordinar bien sus acciones, ni políticas ni militares, y se desprestigiaban mutuamente cuando tenían ocasión de burlarse el uno del otro, criticándose ambos la forma de conducir la guerra (Málaga, Guadalajara, Frente del Norte, Bombardeos aéreos, Levante ).
Son éstas las situaciones por las que atraviesan las páginas de este libro, las complejas relaciones de la Italia de Mussolini con España: durante la Dictadura de Primo de Rivera, con la República, a lo largo de la guerra civil en las diferentes acciones militares y momentos políticos que compartió con el general Franco, y después de finalizada, hasta la caída del fascismo en Italia. Una nueva mirada poliédrica de las relaciones de Mussolini con España.