Sobre la sólida roca de un acantilado, cerca de las costas de Turquía, la pequeña isla de Keros acoge al ejército nazi. Allí se alza la inexpugnable fortaleza de Navarone, cuyos cañones, famosos por su mortal precisión, cierran el paso de sus aguas a cualquier barco que se atreva a navegar el mar (...)