Los Lobos del Águila
Cuando las aguerridas tropas romanas desembarcaron en Britania, tenían pocos motivos para esperar otra cosa que una rápida y sencilla invasión de unas tierras agrestes, de condiciones meteorológicas infernales y apenas habitadas por un puñado de tribus semisalvajes.
Sin embargo, esos bárbaros resultan ser luchadores duros de roer, y la posibilidad de convertir a una de estas tribus en aliada no debe desper diciarse. Ascendido a centurión, y en colaboración con su fiel amigo Lucio Cornelio Macro, el joven Quinto Licinio Cato será el encargado de dotar a un puñado de rudos bárbaros, los Lobos, de los mínimos rudimentos militares necesarios para poder confiar en ellos (objetivo poco menos que imposible, dadas sus escasas nociones de disciplina). No es éste un asunto baladí para el Imperio, pues esas tropas indómitas serán las encargadas de guardar las espal das del avance romano en el interior de tierras desconocidas, pero sí una misión rayana en lo imposible de la que salir con vida puede ser ya motivo de satisfacción.
La fiel y colorista reproducción de ambientes, la tensión narrativa y un afilado sentido del humor convierten Los lobos del Águila en la mejor entrega hasta la fecha de esta espléndida serie.