Leonardo Da Vinci

Ningún nombre brilla tanto en los anales del arte y de la ciencia como el de Leonardo da Vinci.
En vano se buscarán, en los muchos volúmenes a él consagrados, detalles sobre la génesis de sus pinturas, sobre el proceso por el que pasó cada una de ellas, desde los primeros croquis hasta la última pincelada. Vinci no alcanzaba la perfección más que al precio de una labor enorme: gracias al hecho de que sus esbozos fueron preparados con un esmero tan minucioso, con esa sed insaciable de perfección, su Virgen de las Rocas, la Santa Cena, la Gioconda, la Santa Ana, tienen tanta vida y tanta elocuencia.
El examen metódico de documentos, como los de los investigadores Richter, Charles Ravaisson-Mollien, Beltrami, Ludwig, Sabachnikof y Rouveryre, así como los generados por la Academia romana de los "Lince¡", le ha permitido al autor penetrar más profundamente que sus predecesores en la intimidad del héroe.
Gracias a ello se encontrarán en la obra referencias respecto de la actitud de Leonardo ante las ciencias ocultas, a su significación como escritor, a sus creencias religiosas, a sus principios morales y a sus estudios de los modelos antiguos, oportunamente puestos en tela de juicio, como se verá, indebidamente.
Además, Muntz ha hecho un gran esfuerzo por reconstruir y hacer revivir el ambiente en que trabajó el maestro, sobre todo el ambiente milanés, la corte de Ludovico el Moro, tan eminentemente sugestivo y al cual ha debido el Renacimiento su evolución suprema.
Sin embargo -como el mismo autor afirma-, para que todos los problemas queden resueltos falta continuar la tarea con seriedad y rigor científico, dos requisitos de los que carece la mayoría de las obras contemporáneas escritas sobre el tema, más atentas al efectismo y al impacto en el mercado. Círculo Latino se enorgullece hoy de poner a consideración de los lectores Leonardo da Vinci: el sabio, el artista, el pensador, una obra única que descubre los aspectos más ocultos de la vida del genial artista.