Las Incruentas Campañas de Portugal y los Estados Pontificios (1847-1850)
En un periodo tan convulso de la historia de España como el reinado de Isabel II hubo un momento en el que el Ejército español recuperó su papel de herramienta de una política exterior que pretendía sacar a nuestra nación de la irrelevancia en la que había caído tras la pérdida de la mayoría de nuestras posesiones americanas y haberse visto apartada del concierto de las naciones que configuraron el destino de Europa tras el periodo napoleónico.
Ejemplo de ello fueron las expediciones a Portugal de Junio de 1847 en apoyo de la Reina María en alianza con Francia e Inglaterra; la expedición a Italia en 1849 en apoyo del Papa, aliada con Francia, Austria y el Reino de las Dos Sicilias; la de indochina de 1857 junto a las tropas francesas y la de Méjico de 1861, también en alianza con Francia e Inglaterra junto a la reincorporación y posterior retirada de Santo Domingo entre 1861 a 1865 o la Guerra del Pacífico entre 1863 a 1866 que asumimos en solitario.
La mayor parte de estas expediciones, a excepción de Indochina y Santo Domingo, fueron de carácter menor, en las que el número de nuestras tropas fue reducido