El 19 de julio de 1936, Mateo Arbeloa partió a la guerra como voluntario carlista desde Mañeru (Navarra), dejando en casa a su esposa Josefina Muru y a su pequeño hijo Manolín, de solo seis meses. El requeté y su i queridica /i Josefina intercambiaron, en los meses siguientes, un centenar de cartas (...)