La Compañía Lanzallamas de La Legión
Los lanzallamas modernos tuvieron su nacimiento como arma ofensiva y defensiva en la Primera Guerra Mundial. Alemania fue el país que más modelos empleó en el conflicto, unos ligeros denominados Kleif y otros pesados, o de trinchera, conocidos como Grof . España desarrollaría su modelo nacional llamado Biosca en 1918, ingenio empleado en la Academia de Infantería de Toledo en la década de los años 20.
Tras la sublevación del 18 de julio de 1936, Alemania e Italia suministraron a los alzados varios tipos de lanzallamas e impartieron cursillos sobre su empleo y funcionamiento. Los ligeros fueron entregados a varias compañías de la Legión y los pesados se montaron sobre camiones blindados capturados, Bilbao Mod. 1932.
El 14 de marzo de 1937 se organizaba en Cubas de la Sagra la denominada Compañía Lanzallamas del Tercio , con personal de la 1ª y la 9ª Banderas, cambiando dos meses más tarde su nombre al ya definitivo de Compañía Lanzallamas de la Legión . Hasta el final de la contienda, y pese a la oposición de Yagüe, la compañía seguiría siendo legionaria, ganando en el frente una Medalla Militar Colectiva.