La chica de compañía
Una novela que destapa los mecanismos de dominación y las relaciones de poder
Cuando no está en el ring boxeando, Max Le Corre trabaja como chófer para el alcalde de la ciudad. Pero, por encima de todo, es el padre de Laura, que, con su suficiencia de veinteañera, ha decidido volver a vivir con él. Es entonces cuando a Max se le ocurre que sería buena idea que el alcalde la ayude a buscar alojamiento. Ninguno de los dos, padre e hija, se imagina que esa petición inocente acabará despertando los bajos instintos del alcalde y poniendo en marcha el engranaje de las relaciones de poder, desde las cloacas provincianas hasta las altas esferas nacionales, para remover el pasado del que ambos huyen y marcar el futuro de todos los implicados.