Isabel Muñoz
Desde hace veinte años, Isabel Muñoz recorre el mundo para plasmar en imágenes los movimientos y los cuerpos que encuentra as u paso o selecciona, Del tango al flamenco, de la danza oriental al ballet Khmer, de los grandes maestros de las artes marciales de China a los luchadores de Turquía, toma como pretexto prácticas auténticas de la danza o de los deportes tradicionales para hablarnos de la situación del cuerpo en la sociedad contemporánea. Reivindicando, en encuadres de rara precisión, la sensualidad, el placer, el deseo, Isabel Muñoz los opone, de hecho, al encierro actual de unos cuerpos, sometidos a normas, reprimidos, vejados. Así, esté en Cuba o en África, construye una geografía de los cuerpos que la devuelve siempre a los ballets clásicos o contemporáneos de Madrid y que ella acaricia con una mirada tan amorosa como exigente. Y cuidando hasta el último detalle del tiraje, construye una obra ya clásica, a la vez pura y erótica, elogio de una libertad simbolizada por cuerpos capaces de escapar de la atracción terrestre y del peso de la realidad contingente.