Goya, el hombre
En 1824, a los 78 años, desde su exilio en Burdeos huyendo de las indignidades de Fernando VII, el rey felón, Francisco de Goya nos narra su vida: su infancia en Fuendetodos, su juventud zaragozana, la llegada a Madrid, el viaje a Italia, el regreso a la Corte, su boda con Francisca Bayeu, el nombramiento como pintor del rey y sus vivencias en la villa. Goya, quizá el mejor retratista de su época a escala planetaria, plasmó al óleo a los personajes de relieve de la corte: Carlos III, Carlos IV y la reina consorte, José I Pepe Botella , Fernando VII, Godoy, el infante D. Luis Antonio de Borbón, Jovellanos, Campomanes, los condes de Aranda, Floridablanca y Cabarrús, los duques de Alba, Osuna y Fernán Núñez y las duquesas de Benavente y Alba. El relato revela el aspecto humano del genio de Fuendetodos y nos sumerge en la vida del Madrid de su tiempo, desvelándonos multitud de enigmas: ¿Fueron Cayetana de Alba y Goya amantes? ¿Fue asesinada la duquesa? ¿Se entendían la reina María Luisa de Parma y Godoy? ¿Quién se escondía tras la Maja desnuda? ¿Cómo nacieron las celebres pinturas del 2 de mayo de 1808? ¿Era Rosario Weiss hija de Goya? El pintor desvela su amistad con Luigi Boccherini y la condesa de Chinchón, entrañable personaje que retrató varias veces y centra la novela, culminando su vida en brazos de Leocadia Weiss, cuarenta años más joven que el artista, a la que separó de su marido e hijos y se llevó al exilio, lo que habla del atractivo viril del indomable aragonés. Goya, el hombre enumera los cuadros del pintor con las vicisitudes de los retratados, el ambiente de las tertulias culturales de las duquesas de Alba y Benavente y nos relata sus cuatro postreros años en Francia donde pintó La lechera de Burdeos, su último cuadro, tenido como precursor del impresionismo.