En el verano de 2004, Eloísa Gómez-Lucena se aventuró a realizar un viaje de reconstrucción del itinerario de Cabeza de Vaca por el sur de Estados Unidos y el norte de México. Tuvo su dosis alícuota de calamidades, si bien nada semejantes a las del explorador jerezano. Ni descalza ni desnuda anduvo (...)