Francisco Mangado. Obras y proyectos
Francisco Mangado (Estella, Navarra, 1957) se ha enfrentado a toda clase de escalas: ha trazado un barrio, pero también ha diseñado bancos y luminarias. Su trayectoria se inició en la segunda mitad de los ochenta con la ordenación de la plaza Carlos III y las Bodegas Marco Real, ambas en Olite. Manifiestas desde estas obras primerizas, la atención a las demandas funcionales, a las condiciones del lugar y a la naturaleza de los materiales con los que se concreta la arquitectura ha continuado determinando la producción de Mangado, aunque en ella pueden detectarse familias' con rasgos propios. Sean
casas unifamiliares -como las de Irache y Gorráiz- o viviendas colectivas -como las de Cizur y Mendillorri-, la arquitectura doméstica entronca con la modernidad escandinava. Por su parte, los edificios públicos se revisten del carácter que les corresponde con equilibrio entre llenos y vacíos, geometrías nítidas y, sobre todo, en su interacción con lo que los rodea; incluso construcciones tan ceñidas al programa como el centro de salud de San Juan, la fábrica de Gamesa Eólica o el prototipo coruñés de piscina son recintos cualificados para la representación de ceremonias cotidianas y colectivas, como son escenarios de ritos más solemnes el Auditorio y Palacio de Congresos de Navarra -su mayor obra hasta la fecha- o el Centro
de Congresos de Palencia y el Museo de Arqueología en Vitoria, en vías de construcción. Finalmente, el dominio cívico por excelencia, la plaza, es un proyecto constante en la biografía de Mangado: desde la de Los Fueros de Estella hasta la de Felipe II en Madrid, pasando por la remodelación del entorno de la catedral de Burdeos, todas las propuestas urbanas buscan la continuidad con la trama edificada y la definición de un lugar de encuentro.