El Romanticismo 1780-1860:El Nacimiento de una nueva sensibilidad

Quien dice romanticismo, dice arte moderno, intimidad, espiritualidad, color, aspiración a lo infinito, expresados con la totalidad de los medios propios de las artes. En esta frase de Chárles Baudelaire (1846) queda resurmida la esencia del fascinante movimiento cultural, espiritual y artistico que se desarrolló en Europa entre los siglos XVIII y XIX y que determínó cambios profundos en todas las artes, desde la música hasta la literatura. Este fenómeno, que podría calificarse de revolucionario, se bautizó como romanticismo (de roman, novela en francés, o romantic, término inglés que hacia referencia al género literario de ficción desde mediados del por la importancia que los artistas de dicha corriente atribuyeron a los sentimientos y al subconsciente. El romanticismo, que no se limitó al continente europeo sino que tuvo tambíén representantes en el Nuevo Mundo, imprimió un cambio radical en la concepción del arte, que pasó a ser fruto de una creatividad absolutamente libre que rechazaba los cánones del clasicismo y las limitaciones de las reglas tradicionales, defendidas con ahínco por Winckeimann. Los artistas revindicaban el derecho a expresarse de forma libre y personal, a inspirarse en su fantasía y a dejarse guiar por su creatividad.
Esta obra, ilustrada con más de 450 reproducciones, ofrece al lector la posibilidad de profundizar en los temas y conocer a los autores menos divulgados a través de veinte capítulos temáticos que exploran las distintas almas del romanticismo, del mito de Napoleón a la revisión histórica y medieval, de las imágenes sagradas a la atracción por Oriente y su exotismo, o a la observación de la naturaleza y del paisaje, sin olvidar la importancia atribuida a los sueños, a las manifestaciones de la psique y al concepto de lo sublime. Este recorrido histórico y artístico, que muestra la evolución del movimierlto desde la crisis ideológica del neoclasicismo hasta los umbrales de la edad moderna y el inicio del realismo, se acompaña de las obras de sus mayores artífices: Friedrich, Ingres, Delacroix, Turner o Géricault, así como de las de otros artistas menos conocidos pero igualmente relevantes.