El museo de arte de mis sueños o el lugar de la obra y del hombre
La obra de arte es una expresión concreta y singular. Es un artefacto material. Su existencia no es gratuita, obedece a finalidades expresivas. La obra es expresiva a carta cabal. Todos sus elementos constitutivos, con todas sus cualidades sensibles, conceptuales y psicológicas, participan en y de su expresión. No podría transformarse, añadirse o suprimirse nada sin que se modificara la expresión de la obra y, con ello, la obra misma. La obra se expresa en su propio nombre. Es, en este sentido, autónoma. No está al servicio de nada ni de nadie. No tendría utilidad alguna si no obedeciera a finalidades expresivas. En su voluntad expresiva singular, existe por sí sola...