El gran espectáculo
La implacabilidad de las misiones es conmovedora y la pérdida de vidas, en acción o por accidente, escalofriante. Son, realmente, unas de las mejores memorias de guerra jamás escritas: estimulantes, emocionantes y profundamente conmovedoras. Un libro que perdura en la mente mucho después de haber pasado la última página . James Holland
El Gran Espectáculo son las memorias, escritas para sus padres (por si un día no regresaba), de un joven piloto de la Fuerza Aérea de la Francia Libre destinado en los escuadrones de caza de la RAF. Nunca antes se había evocado de esta manera la furia de los duelos aéreos a seiscientos kilómetros por hora, la agonía en las llamas o el mortífero fuego antiaéreo de la Flak alemana.
Estos textos, escritos en caliente a diario después de las misiones, trasladan al lector al interior de la cabina de un avión de combate. Victorias, derrotas, pérdidas de amigos y sangrientas explosiones en el aire. Esos amaneceres a miles de metros de altitud, durante cientos de frías mañanas, siempre con la angustiosa duda de saber si ese día sería el último.