El bosque confiado. Relatos sobre la naturaleza en la América de Thoreau
Allí siento que nada puede sucederme ni deshonra ni ca lamidad (si no daña mis ojos) que la naturaleza no remedie. De pie, sobre la tierra desnuda mi frente bañada por una brisa ligera y erguida hacia el espacio infinito , todo egoísmo mezquino desaparece. Me convierto en un globo transparente, no soy nada, lo veo todo, las corrientes del Ser Universal circulan a través de mí. Soy una partícula de Dios .