Desperta ferro Contemporánea Nº065 Hué la ofensiva del Tet

Autor:
VVAA
Editorial:
Desperta Ferro Ediciones
ISBN
2000000725482
Idioma
Español
Fecha de Publicación
2024
Nº de páginas
65
Formato
Cosido a grapa
Disponibilidad:
Disponibilidad inmediata
7,50€

La Guerra de Vietnam estaba ganada. En los pasillos de la Casa Blanca se hablaba ya de ir reduciendo la presencia estadounidense en dicho país del sudeste asiático, la población seguía apoyando la intervención en las encuestas, incluso con más medios y efectivos, y el presidente Lyndon Johnson estaba pensando ya en su reelección. Curiosamente, el Gobierno de Hanói compartía con el de Washington la sensación de victoria. Después de meses de combates había llegado el momento de lanzar una gran ofensiva, la cual provocaría un levantamiento en masa de la población sudvietnamita contra el gobierno de Nguyen Van Thieu y forzaría la retirada de las tropas norteamericanas del país por falta de legitimidad. Aprovechando que en Vietnam la fiesta del Tet lleva años siendo motivo de un alto el fuego, el Gobierno de Le Duan había decidido aprovechar los permisos de los soldados, que marchaban a sus casas a celebrar el año nuevo lunar, para ganar la guerra. Así, el 31 de enero de 1968 el Ejército Popular de Vietnam del Norte y el Viet Cong salieron de sus bases para desencadenar la ofensiva del Tet y golpear a sus enemigos de un extremo al otro del país. Uno de los blancos elegidos fue la antigua capital imperial de Hué. En una noche de furia, las tropas comunistas se infiltraron en la ciudad, prácticamente indefensa, y casi se hicieron con el control de la misma. Solo dos pequeñas ubicaciones se les resistieron: el complejo del MACV (el organismo de asesoramiento estadounidense) al sur del río Perfume y el cuartel de Mang Ca, dentro de la ciudadela. Desde allí los Marines estadounidenses y los soldados de la 1.ª División sudvietnamita iniciaron el proceso de reconquista. La batalla de Hué convertiría calle a calle y edificio a edificio en un amasijo de ruinas mientras la población civil, purgada por unos y sometida a los bombardeos de los otros, trataba de sobrevivir escondiéndose en los sótanos y en edificios señalados, como las iglesias o la universidad. Cuando la batalla terminó, el 24 de febrero, la antigua ciudad imperial había sido destruida, al igual que la fe en la victoria de los ciudadanos estadounidenses y la ilusión comunista de que la población del sur se alzaría en masa contra el régimen de Saigón. La Guerra de Vietnam entraba en una nueva fase.