Ciudades y Frontera en el siglo XII Hispánico.
Con motivo de celebrarse en diciembre de 2018 el novecientos aniversario de la toma de Zaragoza (1118) por el rey de Aragón Alfonso el Batallador, parece opor-tuno presentar una reflexión sobre el hecho de que entre 1085 (toma de Toledo) y 1147-1149 (conquistas de Lisboa, Tortosa y Lérida), el avance hacia el sur de los reinos cristianos incorporó a su dominio los primeros grandes núcleos urbanos en territorio musulmán, que eran, además, los focos de articulación del eje central peninsular, los ríos Ebro y Tajo, consiguiendo fijar una línea de defensa sólida, una base firme para la continuación de la reconquista y unos puntos de referencia básicos para la transformación de la sociedad hispánica y su organización polí-tica. Así se inició, además, una forma peculiar del renacimiento urbano que tuvo lugar en el ámbito hispánico durante los siglos centrales de la Edad Media, con-temporáneamente a lo que ocurría en otras tierras del Occidente europeo. Los reyes conquistadores y sus sucesores poblaron y organizaron aquellas ciudades, heredando algunos aspectos del pasado y creando muchos otros que identifican un nuevo tiempo de su historia como centros urbanos de la España medieval.