Un tiempo sin sentidos
Hubo un tiempo en que el mundo se volvió pequeño y nos enseñó el valor de lo cotidiano. Aquello que era nuestro se convirtió en un recuerdo al que solo teníamos acceso a través de las pantallas. Privados de la vida en su forma más simple, aprendimos a medir la distancia en ausencias. Fue un tiempo roto; un tiempo sin sentidos.
Un tiempo sin sentidos, el nuevo libro del fotógrafo Eduardo Nave, muestra cómo el confinamiento alteró nuestra manera de sentir, de percibir y de relacionarnos con el mundo. A través de un recorrido articulado por los cinco sentidos, el libro propone una mirada íntima y compartida sobre una realidad que se volvió extraña, fragmentaria y que nos cambió a todos por dentro.
No se trata de un ejercicio de reconstrucción ni de nostalgia, sino de una reflexión sobre la importancia de lo sensorial en nuestra relación con el mundo. Cuando las calles quedaron en silencio, la palabra hogar recuperó su antiguo significado de refugio, y la realidad se redujo al umbral de nuestra puerta. Todo lo que no pudimos experimentar desde el encierro encuentra aquí una forma de revelarse.
Cada capítulo toma como punto de partida uno de los sentidos, explorando cómo su pérdida o distorsión durante el confinamiento transformó nuestra manera de percibir, de vincularnos y de habitar una realidad que nos asustaba. En ese diálogo sostenido entre la imagen y la palabra, Un tiempo sin sentidos no representa la ausencia: la desvela, rastreando lo que nos fue arrebatado, lo que permaneció, y las nuevas formas de relacionarnos que surgieron en medio de la distancia