Ahora que se habla tanto de la protección y bienestar de los animales se lee, en las numerosas órdens de operaciones que cursaba el Estado Mayor, las claras instrucciones que se daban para manterner la higienes y la salud de los équidos, además de atender las necesidades fisiológicas de los (...)
Para poder escapar del laberinto en el que los habían encerrado, Dédalo construyó para él y su hijo Ícaro unas alas. Volando serían libres. El entusiasmo de Ícaro al levantar el vuelo hizo que se acercara demasiado al sol, el calor derritió la cera que unía las alas a su espalda y acabó (...)