Los "Cómplices" de ETA
¿Por qué no cae ETA a pesar de sus evidentes síntomas de agotamiento? ¿Quiénes les dan cobijo y permiten que la banda siga activa? ¿Cómo financian las siniestras acciones que llevan a cabo? ¿Cuáles son sus relaciones con el terrorismo internacional?
La tesis que defiende Carmen Gurruchaga en estas páginas es que ETA creció en su carrera de matanzas porque encontró un hábitat, un ecosistema psicológico, social, económico y político en el propio País Vasco que se lo permitió. Y que ha contado con algunos bastiones muy definidos a lo largo de su historia: la conservadora sociedad nacionalista; la fanática Iglesia vasca; buena parte del empresariado autóctono, que ha cedido al chantaje del impuesto revolucionario; y Francia, que: durante treinta años les prestó la inmunidad y las bases operativas.
La autora de Los cómplices de ETA, que vive exiliada de su tierra tras sufrir un atentado, no guarda, sin embargo, sentimientos de revancha. Ha logrado escribir este libro con honestidad, en la confianza de que la debilidad que se palpa en la organización etarra pueda constituir el principio del fin.