En 1909, mientras media Barcelona ardía durante los graves disturbios de la Semana Trágica, aún resistían los últimos legendarios bandoleros andaluces. El ejército del hampa estaba formado por un universo fascinante: dronistas, sirleros, espadistas, ratas de hotel y, por supuesto, apaches, tipos (...)
Pío Baroja fue nuestro gran observador y paseante de los bajos fondos y las calles oscuras y tenebrosas, los suburbios y sus habitantes, lo que sucedía al caer la noche más allá de los límites de la ciudad burguesa, reglada y luminosa. Fascinado por la rareza, retrató un mundo en desaparición. Su (...)
La lucha era cuerpo a cuerpo, a puñaladas pero también con la star. Cada semana, explosiones y tiroteos. En los barrios bajos, auténticos abismos en las ciudades de todo el país, se consumía morfina y se apuraba la noche en cabarets y tabernas para la gente de mal vivir , como el travesti y (...)