Expresionismo
Los ángulos agudos, las formas extrañas, los colores llamativos y las perspectivas distorsionadas son los elementos definidores clásicos del expresionismo, el movimiento del siglo XX que priorizó la emoción frente a la realidad objetiva. Pese a tener una presencia más destacada en Alemania y Austria, el movimiento floreció en todo el mundo y hoy se considera uno de los periodos artísticos más influyentes en la historia del arte. Con Die Brücke (El puente) y Der Blaue Reiter (El caballero azul) como grupos destacados y figuras clave como Wassily Kandinsky, Egon Schiele y Emil Nolde, los expresionistas desdeñaron el impresionismo, al cual acusaron de haber "reducido al hombre a la posición de grabador del mundo exterior", y optaron por retratar, en su lugar, la experiencia pura y visceral de la vida plasmando las emociones que generaba y no lo que se veía en la superficie. Sus pinturas rebosan fuerza emotiva, que transmiten, en concreto, a traves de paletas de colores intensos y no naturalistas, pinceladas vagas y texturas densas.