El prisionero de Annual
Uno nunca está preparado para el cautiverio. Y yo, Francisco Basallo Becerra, menos que nadie.
En el verano de 1921, una de las harcas de Abd el-Krim asedia el campamento español de Dar Quebdani. Cuando irrumpen en la plaza, los rifeños no respetan el pacto de capitulación, cogen las armas que los soldados han depuesto y los liquidan. En este punto arranca la peripecia del sargento Basallo, que a sus veintiocho años lo único que sabe es que aquel no es su sitio. Desde ese momento, él y sus compañeros de cautiverio, a merced de las tropas enemigas, se enfrentan al infierno en vida que fue la derrota de Annual.
Citado por Valle-Inclán en Luces de bohemia, el sargento Basallo se convertiría en uno de los héroes más populares de la España de los años veinte. Cien años después, el periodista Alfonso Basallo, en una narración que no nos deja despegarnos de la página, recupera la gesta de su abuelo y del resto de los cautivos que, en aquellos días, presenciaron lo peor que da de sí el ser humano, pero también las hazañas más gloriosas.
La mayor derrota del Ejército español desde Cuba y Filipinas narrada de forma magistral desde la perspectiva de uno de los supervivientes.