Diseño urbano humanizado
Una nueva manera de entender el espacio arquitectónico y urbano ha emergido en las últimas décadas, como base para superar el Movimiento Moderno y la teoría Posmoderna, arrancando la teoría y práctica de arquitectura y urbanismo del estancamiento en que se mueven con propuestas repetitivas, formalistas y de supuesto significado inmediato, como respuestas propias del simulacro de modernidad y sujetas a las formas mercantiles de producción de la ciudad y la edificación. El pseudo racionalismo de la acaparación por la arquitectura y la edificación de los estilos del Movimiento Moderno, y la escenografía relativista dominante en el Posmoderno, deben considerarse como una creatividad obsoleta que debe llegar a su extinción al entenderse como carente de requisitos de verdad, certeza, bondad, adecuación, y belleza, en su concepción más amplia, como favorecedora de utilidad y bienestar. Se han ignorado gravemente aspectos esenciales de "localismo", en respuesta al lugar y la sabiduría vernácula, "temporalidad", que no aprecia el dinamismo de procesos y propuestas ante el cambio en el tiempo de la ciudad y, primordialmente, de la imprescindible "intencionalidad estética", al eludir, como desconocida, la capacidad del espacio de convertirse en "arte contextual". Son estas las dimensiones necesarias para luchar contra el "malestar urbano", en la situación de discrepancia, divergencia y rechazo del ciudadano respecto a la ciudad moderna heredada, en el cambio de Siglo.