Caligrafía española. El arte de escribir "Exposición Biblioteca Nacional del 25 de Septiembre de 2015 al 10 de Enero de 2016"
"Los españoles han sido los mejores escribanos del mundo" (Herm. Lorenzo Ortíz, en su Maestro de escribir, 1696.)
El actual interés nacional e internacional por la caligrafía obliga a mostrar y poner en valor el arte de la escritura en España. Ámbitos tan distintos como el diseño, la lingüística, la bibliofilia, el arte e incluso la tecnología de la información investigan y trabajan sobre la escritura y su formalización. Tras el auge de la tipografía en la última década surge ahora, el interés por la forma manuscrita y caligráfica.
España puede presumir de haber desarrollado una amplia bibliografía y documentación sobre la caligrafía europea que ha sido reconocida internacionalmente. Stanley Morison, famoso tipógrafo inglés, pone como ejemplo de documentación sobre el tema los libros de Domingo María Servidori, Torcuato Torío de la Riva y Emilio Cotarelo.
Sin embargo es cierto que la calidad de los escribanos españoles no ha sido reconocida como se debe. Desde el origen de las artes de escribir en la península con Juan de Iciar, Guiral de Valenzuela o Francisco Lucas, España desarrolla un enorme trabajo en esta disciplina, convirtiéndose los calígrafos en formadores y examinadores de maestros, e influyendo decisivamente en la pedagogía española. Autores como Morante,
Casanova o los Zabala son imprescindibles para comprender este arte. La destreza que demostraron con el cálamo y la pluma hicieron de alguno de ellos auténticos maestros, tanto de la escritura como del dibujo y el grabado pues, al fin y al cabo, escribir es una forma específica de dibujar y la relación que los une es evidente en esta exposición.
Por último el desarrollo de un discurso identitario gráfico y tipográfico en España se produce con la caligrafía como protagonista. Sobre el encargo de una letra nacional, la bastarda española, los caligrafos españoles escriben uno de los debates más importantes para una cultura española, con el diseño y la metodología como protagonistas. Santiago Palomares y Joseph de Anduaga antagonistas en formas y métodos debaten sobre la relación entre nación y ciudadano, entre una educación para la uniformidad o para la diferencia.
El mundo de la producción tipográfica y por tanto impresa se nutre también de la experiencia caligráfica. La edición española del siglo XVIII es deudora de grabadores como Gerónimo Gil o Antonio Espinosa, que como veremos, se inspiran en nuestros más grandes maestros.
Las cursis influencias inglesas fueron apagando la tradición caligráfica española y las tecnologías escritas parecían relegar al pasado la caligrafía. Sin embargo acompañando a esta muestra podremos admirar en el museo de la BNE el resurgir de este arte de mano de jóvenes y no tan jóvenes artístas contemporáneos, cuya escritura vuelve a poner en valor nuestra tradición a la vez que nos muestra el profundo cambio de forma y sentido que este arte está experimentando.