Anónimo.Imágenes enigmáticas de fotógrafos desconocidos

Como pepitas de oro que brillan en la arena, entre las imágenes aquí reproducidas muchas destacan por su sobrecogedora belleza, otras por su capacidad para adentrarse en la psicología de los personajes retratados; todas, sin embargo, presentan una fascinante dosis de misterio, de magia incluso, que aflora a poco que queramos interrogarnos sobre quién pueda haber sido su autor, o especular sobre las circunstancias concretas en que fueron tomadas. Como apunta William Boyd en su introducción, el fotógrafo anónimo consigue que nos preguntemos, con una atención renovada, qué es lo que hace que una determinada fotografía se eleve por encima de lo casual, lo banal. Nos da la oportunidad de reflexionar sobre los motivos por los que ciertas imágenes logran emocionarnos, entrar en nuestra memoria y permanecer en ella por mucho tiempo, como nos sucede con ciertas pinturas o con ciertas composiciones musicales.
A Robert Flynn Johnson le ha Ilevado más de una década reunir las obras de esta sorprendente colección. Se trata de imágenes que, si bien tienen ya un valor inestimable aisladas, por lo que nos muestran, por lo que se limitan a insinuar, por el misterio que subyace en cada una de ellas, constituyen en su conjunto un compendio inigualable de los temas que gobiernan nuestras vidas, del nacimiento a la muerte, del amor a la guerra, de lo más íntimo a lo más chocante. Son fotografías amables unas veces, turbadoras otras, imágenes en todo caso que nos permiten asomarnos a lo más recóndito del ser humano, a esas regiones secretas en las que a menudo podemos vernos identificados.