En toda campaña militar hay siempre personajes olvidados. Las Escuadrillas Azules no iban a ser la excepción. Se pone el foco en sus pilotos, y apenas se tiene en cuenta que, por cada uno de ellos, había diez hombres en los escalones terrestre de esas unidades.
Este texto es una aproximación a sus vivencias, para recordarnos que también ellos estuvieron allí, sacrificándose como los pilotos. Un viejo dicho castrense aseguraba que el tambor también es tropa . Así lo creemos, y de ahí la importancia de obras como esta.