Álvaro Siza a la luz de la luz de la arquitectura
Desde las primeras muestras de Arquitectura, ya en la Prehistoria, la luz siempre ha sido la piedra angular en torno a la cual todo lo construido se ha articulado.
Egipto, Grecia, Roma y las ingrávidas cúpulas del período bizantino. Todas sus arquitecturas se construyeron en torno a la luz.
Románico, Gótico, Renacimiento, Barroco, Neoclásico, Art Nouveau... Incluso el Movimiento Moderno, con ese espíritu disruptivo que pretendía romper con todo lo anterior. Es imposible encontrar un período o estilo artístico de la Historia al que la luz le haya sido ajena. Del mismo modo, la luz es pieza clave en la configuración del espacio arquitectónico de nuestro tiempo, en el que la arquitectura busca comunicar una experiencia metafísica mediante el empleo de la luz y la sombra.