Quien dice romanticismo, dice arte moderno, intimidad, espiritualidad, color, aspiración a lo infinito, expresados con la totalidad de los medios propios de las artes. En esta frase de Chárles Baudelaire (1846) queda resurmida la esencia del fascinante movimiento cultural, espiritual y artistico (...)
Como pepitas de oro que brillan en la arena, entre las imágenes aquí reproducidas muchas destacan por su sobrecogedora belleza, otras por su capacidad para adentrarse en la psicología de los personajes retratados; todas, sin embargo, presentan una fascinante dosis de misterio, de magia incluso, que (...)